A
continuación presentaremos algunos consejos bíblicos que juntamente con la
ejecución de los pasos de restauración (que
se encuentran en la parte final) cambiarán su vida. La palabra, la oración y la
acción juntas siempre producen grandes milagros. Dios lo bendiga.
Todos hemos pasado cosas que han herido nuestro corazón, personas que han sido injustas y hasta malvadas con nosotros. Quisiéramos venganza y tal vez lo hayamos intentado, pero para que, para darnos cuenta que al fin y al cabo seguimos intranquilos. Otros tal vez hemos optado por ignorarlo, sin embargo nos mantiene sin paz. Es momento de dejarlo salir para que luego pueda ser curado. Es como una herida física que si lo dejamos así tarde o temprano se infectará y hasta podría gangrenarse e irremediablemente tener que cortar la pierna, pero si lo limpiamos, lo lavamos probablemente dolerá sangrará, pero podrá ser tratada y finalmente cicatrizada. Lo mismo es necesario que ocurra en nuestras heridas internas. Ya no debemos ocultarlas sino reconocerlas, llorar, decírselo a Dios y decirle cuanto nos lastimó y lastima.
Este es el primer gran paso de sanidad luego nuestro buen médico nos sanará1.
No podemos controlar a las personas ni antes ni hoy, así que lo que aquí cuenta es la actitud que nosotros tenemos frente a estas vivencias. Podemos optar por llenarnos de amargura, vengarnos y seguir con amargura. O podemos soltar la opresión y dejarla ir. Para soltar la opresión en primer lugar necesitamos establecer una relación de amor con Dios. En la medida que más lo busquemos más llenará nuestros vacíos y quitará amarguras2. Nos llenará del amor que tanto necesitamos3, nos consolará4. Al recibir este dulce amor, increíblemente podemos ver de otra forma a los seres humanos, podemos verlos como víctimas del pecado y su pasado de dolor.
Es terrible lo que nos hicieron y condenable, pero que más puede resultar de personas presas del pecado. Dios nos ama sin merecer, nosotros también estamos así presos pero Dios en su misericordia a pesar de nuestro rechazó hacia él, nos ama y ayuda. Y hoy nos señala que el mejor remedio contra el resentimiento es tratar también a los otros como no merecen. Perdonarlos y amarlos aunque no lo merezcan. Es duro pero efectivo. Es como la herida física para sanar hay que lavar, echar alcohol y como duele, pero es un momento y luego vemos como cicatriza. Si optamos por no hacerlo sucederá lo que sucede con la herida física. Se infecta, se gangrena y se amputa. No queremos eso, no queremos dolor y sufrimiento. Queremos ser libres, vayamos a Dios y sigamos sus métodos porque solo él nos puede hacer libres5.
Textos Bíblicos:
1 Jeremías 33:6 “Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad.”
2 Isaías 43:18-19 “Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados.”
3 Isaías 43:4 “A cambio de ti entregaré hombres; ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos! Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra.”
4 Isaías 51:3 “Sin duda, el Señor consolará a Sión; consolará todas sus ruinas. Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del Señor sus tierras secas. En ella encontrarán alegría y regocijo, acción de gracias y música de salmos.”
5 Juan 8:36 “Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.”
Testimonio
Corrie ten Boom (15 de abril de 1892 - 15 de abril de 1983) fue una escritora y activista neerlandesa, célebre por brindar refugio a los perseguidos por el régimen nazi.
Durante los primeros años del conflicto Boom pudo rescatar a muchos judíos de una muerte segura a manos de las SS nazis. En 1940 los nazis invadieron Holanda y prohibieron su club. En 1942 su familia se volvió muy activa ocultando refugiados. Los nazis arrestaron a toda su familia en 1944; fueron enviados primero a prisiones holandesas, y finalmente al conocido campo de concentración Ravensbrück en Alemania. Corrie fue liberada al final de la guerra, tan sólo unos pocos días después de la muerte de su hermana Betsie. Volvió a Holanda para fundar centros de rehabilitación.
Su regreso a Alemania en 1946 fue el comienzo de muchos años de predicación ambulante en más de sesenta países, tiempo durante el que escribió muchos libros. Su predicación se centró en el Evangelio Cristiano, poniendo especial énfasis en el perdón. En su libro Tramp for the Lord (1974), cuenta cómo, después de haber estado predicando en Alemania en 1947, se le acercó uno de los guardias más crueles del campo de Ravensbrück. Naturalmente, era reacia a perdonarle, pero se dijo a sí misma que sería capaz de hacerlo. Escribió que fue capaz después de perdonar, y que "durante un momento largo nos estrechamos las manos, el antiguo guardia y la antigua prisionera. Nunca había sentido tan intensamente el amor de Dios como lo sentí entonces". También escribió (en el mismo pasaje) que en su experiencia en la posguerra con otras víctimas de la brutalidad nazi, aquellos que fueron capaces de perdonar son los que mejor pudieron reconstruir sus vidas.
Testimonio de Esperanza - Programa "Vida Dura"
Testimonio de Esperanza - Programa "Vida Dura"
Esperanza no tenía ni 14 años, cuando matar a sangre fría no le causaba ningún remordimiento. Ella era una mujer de corazón duro y sin lastima a nadie. Su pasado lo explica.
Su madre fue violada y luego del nacimiento de Esperanza, su madre fue internada en un hospital para enfermos mentales, de ahí, ella fue a vivir con sus amorosos abuelos, quienes murieron súbitamente y eso la llevó a vivir con unos tíos, quienes la golpeaban y agredían emocionalmente hasta cuando ella cumplió 8 años, porque a ese tierna edad, la echaron de la casa.
Así, de niña y vagando por las calles, fui acogida por una prostituta que le enseñó a sobrevivir en las calles. De repente la calle se convirtió en su escuela, la escuela que le enseñó a robar, consumir drogas y a matar para vivir; eso mientras el odio y deseo por matar a sus tíos crecía.
A los 10 años, Esperanza fue reclutada por una pandilla, ahí su odio se hizo realidad, ya que tuvo la misión de ir a matar a un pandillero enemigo, misión que ella cumplió.
Ese estilo de vida solo la condenó más, 8 pandilleros rivales la violaron, haciéndola sentir como una vez lo hizo su madre. Ese hecho solo la hizo fomentar su odio, y para protegerse, ella y sus amigos decidieron busca fuerzas en el mundo oscuro, y con una guija invocaron al diablo y tuvieron éxito. Pero eso fue solo el comienzo de lo que sería una nueva etapa negra en su vida.
Buscando venganza, sus enemigos la encontraron y le pegaron 9 balas en su cuerpo. Inmediatamente fue llevada al hospital, mientras tenía un sueño en el que veía un ángel vestido de negro y ángel vestido de blanco luchando por ella. Y eso la hizo orar a Dios y pedirle por ayudar, aunque su odio no la pudo dejar tranquila.
Las balas perforaron sus pulmones, intestinos y el pecho. Una lenta recuperación mostró que era un milagro que ella estuviera vida. Al salir del hospital, fue llevada a una casa de protección donde un policía le habló de Jesús y llamó su atención. Luego fue trasladada a otra casa, un centro de cuido donde fue recibida con mucho amor y cariño, y palabras amables que le llevaron a conocer realmente a Jesús, así que en una oración, pidió perdón a Jesús y al mismo tiempo perdonó a sus tíos, esto la libero y le trajo deseos para seguir adelante.
Incluso, se creó un nuevo anhelo, de crear un centro de ayuda para jóvenes que están viviendo lo que ella vivió, y dar de lo que ella misma recibió.